
Ésta, la semana del 29 de Agosto, en la que se celebra el aniversario del natalicio del célebre Juan B. Alberdi, quien en su libro "Bases y puntos de partida para la organización de la República" había inmortalizado sus deseos de una Argentina próspera y por sobre todas las cosas republicana, nos obliga a preguntarnos si es o no éste otro día de fiesta .
José Alperovich está exultante. Sus funcionarios también. Es que ese plan maléfico para la democracia llamado acople, deformador y desmoralizador de partidos políticos que debía dejar al actual mandatario como único ganador, resultó a la perfección. El dato llamativo es que entre cientos de boletas con su cara, el acople llegó a confundir al propio gobernador y a su esposa, Beatriz Rojkes, quienes en un principio no pudieron encontrar dentro del cuarto oscuro los votos de las listas a las que deseaban votar.
¿Por qué un 80%?
Alperovich, mas allá de todo tipo de artilugios amorales, logró imponer la imagen de un "nuevo político", un político post 2001, aun cuando en realidad no lo fuera tanto. En gran medida contribuyeron los medios de comunicación afines al gobierno, quienes llegaban a hacer verosímil aquella muletilla del gobernador que dice dormir sólo 4 horas al día.
Además puso todo el aparato estatal al servicio de su reelección, contratando autos, comprando voluntades, y hasta haciendo de la junta electoral su máximo guardían.
De este modo, el Frente Para la Victoria se transformó, lisa y llanamente, en el partido del estado, lo que ocasionaba una manifiesta desigualdad entre los candidatos que deberían haber estado, como se lo hacía desde la antigua Grecia, en un pie de igualdad denominado "el llano". Sin embargo, como en el seno del actual gobierno no son precisamente Facundos Quiroga(el tigre de los llanos) los que abundan, los convencionales alperovichistas ya habían eludido el dia 06 del mes 06 del año 06 la cláusula constitucional que obligaba a todo funcionario a solicitar licencia en caso de ser candidato.
Contra todo esto nada pudo hacer la oposición, que durante estos 4 años no supo ni quiso encontrar el rumbo. Tucumán debería haber sido la Misiones del obispo Piña al momento de reformarse la constitución, pero las públicas ambiciones de algunos opositores y la funcionalidad de otros tantos para con el ejecutivo, lo impidió. Todo esto posibilitó, sin dudas, que Alperovich pueda desterrar por completo a Fuerza Republicana, la otrora fuerza moral de los tucumanos, que durante toda su campaña presumió de no haber participado "en el carnaval peronista". Empero, fue precisamente eso (los Bussi se encontraron mas de una vez con el gobernador) lo que hechó por tierra el eslogán republicano de "100% oposición". Los hermanos Bussi coquetearon con las huestes alperovichistas cuantas veces pudieron, y Alperovich, no obstante, al hablar se dio el lujo de mandar un claro mensaje a la nación: "El límite es Bussi".
La República
Los sistemas republicanos son, en la actualidad, inseparables de todas las democracias del globo. Es decir, no hay (o no debiera haber) en ningun lugar democracia sin república o viceversa.
Los sistemas republicanos exigen, entre otras cosas, división de poderes, alternancia de mandatos, publicidad de los actos de gobierno y un normal y auténtico desarrollo de elecciones por sufragio popular. Son sus caracteres las garantías de control de la cosa pública, que también le corresponde al ciudadano por el simple hecho de estar el poder depositado en sus manos.
Desde su asunción, Alperovich no mostró gran celo por el cuidado de las instituciones de la república, y nada indica que en su próximo período vaya a hacerlo. Pero es la justicia, no obstante, quien debe asegurar la calidad institucional recordando a los funcionarios que no son capataces de estancias sino meros administradores.
El día martes, el presidente de la Corte Suprema de Justicia y tambíén de la Junta Electoral Provincial, Alfredo Dato, renunció a su cargo, y aceptó de inmediato la candidatura a Diputado Nacional por el partido gobernante, que desde Marzo se le había ofrecido.
En cuanto al hecho, es juridico y legalmente correcto. Pero son los valores y la moral de este funcionario sobre los que quedan un abanico de dudas. ¿Habrá puesto acaso, tal como lo establece la teoría de la virtud pública, su idoneidad al servicio del pueblo?. ¿O cumplió, en cambio, su función en base a intereses particulares que en octubre lo depositarán, sin dudas, en una banca nacional?.
Sin dudas hoy la independencia del Poder judicial está herida de muerte. La república agoniza. Y parece ser que cada día se cumplem más aquellas célebres palabras de Alberdi cuando nos decía que era factible que los Argentinos no estemos preparados para vivir en una República.
El oficialismo se alzó también con 43 bancas legislativas, es decir 43 legisladores manejados vía telefónica desde las oficinas ejecutivas; 43 representantes del pueblo que no osarán controlar al poder ejecutivo. Serán 43 legisladores que habrán perdido completamente su libre albredío. Y cuando se pierden libertades, no hay mayorías que las legitimen.
No obstante esto, todos ellos están de fiesta cuando la democracia se debate entre la vida y la muerte, porque no hay bolzón que la mantenga en vida, ni datos ni Dato que le inyecten esperanzas.
"De virtud hay una especie, de maldad, muchas" decía Platón. Claro está que en Tucumán nada hay para celebrar, porque cual lo cantaban ya los nocheros, por estos pagos la cosa comienza a ponerse peligrosa.