sábado, 14 de abril de 2007

INSEGURIDAD



"EL LOBO, NO ESTABA"

En los umbrales de la gestión Alperovich resultaba llamativo, cuanto menos, el hecho de que a a la cartera de seguridad se le otorgara rango de ministerio, mientras la educación se reducía a una mera secretaría. De allí las palabras del Gobernador José Alperovich: "Se crearán planes de seguridad que servirán para los próximos 20 años"

El día sábado, una nueva ola de atracos sacudió Tucumán -y a los Tucumanos- y la seguridad, una vez más, fue un ¡Bien, Gracias!.

Hasta irrisorio podrían ser los hechos, si es que en el medio no hubieran brutales ataques, feroces golpizas y sobre todo, ciudadanos que en sólo cuestión de segundos, en un abrir y cerrar de ojos, observan yacer la tenue esperanza de una mejor vida que, hasta ese momento, mantenían. Es que la Policía de Tucumán había montado en un impresionante operativo en el microcentro tucumano para combatir el cúmulo de delitos que en las últimas horas se habían registrado. Lejos de dar con su cometido, los efectivos se convirtieron en el tonto del medio y, gratuitamente, daban cuenta de una amplia vulnerabilidad y acabada inoperancia por parte de los altos mandos.

Los delincuentes, con total impunidad, ingresaron en tres departamentos de un mismo edificio ubicado en calle Córdoba al 800. El mismo día, también en zonas aledañas al lugar donde la policía se encontraba apostada, dos mujeres denunciaron haber sido víctimas de sendos arrebatos de carteras.

Lo Sorprendente era que, en esos momentos, mientras malechores desvalijaban residencias, obligaban a familias enteras a sumirse en el hastío, a volver a empezar, shockeban a mujeres que, a llantos, pedían auxilio en las calles céntricas, el Jefe de la policía de la provincia, con zapatillas, pantalón vaquero y campera de jean, caminaba, cual Juan por su casa, por locales de artesanías, también, de calles céntricas; Pero no de San Miguel de Tucumán sino de Tafí del Valle. Hacía turismo mientras su "nueva policía" era nuevamente un motivo de chiste en el llano.

Hoy, la fuerza pública es sinónimo de risas en algunos, llantos en otros tantos, y una fuerza privada solamente para unos pocos. Alperovich ya se encargó de demostrarlo: Tres mil efectivos utilizó para caminar nada más que tres cuadras hasta la legislatura, el primero de marzo. El D2, departamento de inteligencia de la Policía, pasó a ser la oficina de inteligencia de la casa de gobierno. Dejó, hace mucho tiempo, de recabar información sobre asesinos, violadores y/o estafadores. Ahora, sus "investigados" son los disidentes, los jueces y los opositores. ¿Serán estos los planes de sustento doctrinario de los que Alperovich hablaba?

Don Pepe, Doña María, vecinos como todos, creyeron en un principio en las rimbombantes palabras del Gobernador de " los 1.600.00 Tucumanos". Desolados, tiempo después, por los escalofriantes crímenes de Paulina Lebbos, María Fernanda Chaila, y la desaparición de Beatriz Argañaraz confiaron en el efectista anuncio de "Tolerancia Cero". Pobres Ilusos. A saber, todo quedó entre bombos y platillos.

Seguramente nadie podrá saber quienes fueron los "desvalijadores" ni los "arrebatadores. Lo que nadie puede dudar es que a la seguridad no se la combate desde playas marplatenses ni desde alta montañana, mucho menos desde un teléfono celular. Así los malvivientes continuarán jugando en el bosque porque el lobo no está.

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